
Además de los aceites vegetales, vírgenes o usados, hay otras fuentes muy eficientes de las que se pueden obtener los llamados biocarbuarntes de segunda generación, es decir, aquellos que se derivan de materia prima no empleada en la alimentación, entre las que están las microalgas.
Elaborar biodiesel a partir del aceite obtenido del cultivo de microalgas, ha comenzado a despertar el interés en el sector de la energías renovables. Una de las empresas pioneras en este campo es Algasol Renewables S.L. (http://www.algasolrenewables.com/sp/), que lleva casi dos décadas investigando en la generación de biocombustibles.
Los primeros estudios sobre este tema se realizaron en Estados Unidos en los años 70, coincidiendo con la primera crisis del petróleo. En la actualidad, debido a los problemas medioambientales y a la inestabilidad del mercado del petróleo, las microalgas se están consolidando como una alternativa cada vez más viable.
Una de las ventajas más sobresalientes de esta materia prima es la de ser sumideros de CO2. Las microalgas captan la energía solar y la acumulan en sus grasas mediante la fotosíntesis, absorviendo CO2 y desprendiendo O2. Además es una fuente renovable e ilimitada que no genera residuos tóxicos ni peligrosos. Estas microalgas pueden crecer en cualquier lugar, incluso en ambientes cerrados y con cualquier climatología, alcanzando rendimientos muy altos.
Hola Manuel, la posibilidad de obtener biodiesel a partir de microalgas ha sido estudiada en la universidad de Alicante. Ya existen proyectos industriales al respecto.
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